America, Argentina
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    Escuchar el clamor de la tierra como el clamor de los pobres

     

     

    «Así son los ricos: por haberse apoderado primero de lo que es de todos, se lo apropian a título de poseedores. Si cada uno tomara lo que cubre su necesidad, y se limitaran a dejar lo demás para quienes lo necesiten, nadie sería rico, nadie pobre» (San Basilio [330-379], homilía sobre la parábola del rico insensato)

    A lo largo de diferentes momentos de nuestra historia reciente, en momentos que nos parecían importantes pronunciar una palabra tratamos de hacer nuestra la voz y el clamor de los pobres. No somos sus delegados, pero sabemos que nuestro corazón pastoral trata de latir al ritmo de sus fiestas y duelos, gozos y esperanzas, angustias y tristezas.

    Estamos por celebrar un nuevo aniversario de la decisión de vivir como un pueblo libre, justo y soberano, en medio de un clima de desazón y desconcierto. Un clima que puede ser peligroso. Tenemos claro que hay opciones que solo serían de destrucción o de suicidio colectivo. Uno, que pretende ser candidato el año próximo, ya hizo públicas sus propuestas de reformas laboral y previsional. Pero no vemos menos desconcierto en el gobierno.

    Repetimos lo dicho en nuestro mensaje al concluir nuestro reciente encuentro nacional, nuestra opción no es por tal o cual partido o candidato o candidata, es por las y los pobres. Y creemos que, mientras algunos parece que solo se miran a sí mismos o miran con pocas o contadas aspiraciones las próximas elecciones presidenciales, el pueblo, los pobres del pueblo, no sabe cómo hacer para que llegue la comida a su mesa. Muchos recurren a comedores, llevan sus hijos a comer a las escuelas, recurren a Cáritas u otras instituciones, pero el trabajo digno, con un salario también digno es cada vez más una utopía. Creemos que el gobierno se ha olvidado de los pobres, que las políticas, dictadas desde el exterior (políticas económicas, pero también de relaciones internacionales, de infraestructura, sociales y hasta educativas), no dan respuestas y alientan el desánimo.

    No nos interesa el 2023, nos interesan los pobres, lo repetimos, y los pobres no figuran ni en las políticas oficiales, ni en los sindicatos o movimientos sociales y – menos todavía – en la oposición.

    Respetuosamente pedimos al gobierno un urgente cambio de rumbo (que, probablemente, implique cambios de nombres), y la firme decisión de enfrentar con firmeza a los responsables del hambre y la injusticia. Las enormes ganancias de los que se enriquecen con la crisis y el hambre y el temor al reclamo de socialización de las riquezas no es lo que se votó cuando dijimos ¡basta! al neoliberalismo. No hacemos sino responder al presidente que pidió que lo ayudemos a corregir las cosas que están mal. No hay injusticia sin injustos, no hay pobreza sin ricos que acumulan (al menos en nuestro país), no hay mentiras sin mentirosos, ni odio sin odiadores. Estamos convencidos que los pobres de la patria sabrán agradecer y acompañar nuevos rumbos que los tengan en cuenta. Y con ellos estaremos caminando y cantando.

    Grupo de Curas en Opción por los pobres

    24 de mayo de 2022
    (7º aniversario de la encíclica del Papa Francisco, Laudato Si
    y vísperas de un nuevo aniversario del Primer Gobierno Patrio)

     

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    Navidad: retomar sueños y utopías  

     

    “Para ustedes brillará el sol de justicia que trae la salud en sus rayos”
    Malaquías 4,2

    Celebramos una nueva Navidad. Jesús nace pobre y entre los pobres. Y la encarnación del Hijo de Dios logra que la historia esté preñada de un futuro mejor. Toda la profecía de Israel apuntará a la victoria de la luz sobre las tinieblas. La humanidad tiene promesa de plenitud en Dios.

    Ciertamente cada Navidad hace renacer en nosotros y nosotras toda esperanza. El Dios que nos revela Jesús es un Dios que siempre está naciendo, que siempre hace posible la novedad, que siempre nos propone retomar los sueños y las utopías.

    La Fiesta de la Democracia y los Derechos Humanos del pasado 10 de diciembre sirvió para esto, precisamente: retomar sueños y utopías. Y nos recordó aquello que Alberto Fernández nos dijera al pueblo hace dos años, el mismo día en que asumía como Presidente de la Nación:

    “…quiero también convocarlos a que si alguna vez sienten que me desvío en el compromiso que hoy asumo salgan a la calle a recordarme lo que estoy haciendo. Les prometo que volveré a la senda sin dudar un solo instante…”

    Recorriendo las palabras del presidente nos sensibiliza la prioridad expresada hacia los marginados y excluidos; y el pago de la deuda externa supeditado al crecimiento del país; así como también el anhelo de la regularización del hábitat y la construcción de viviendas, entre otros temas. Ese discurso nos llenó de sanas expectativas. No es nuestra intención situarnos como fiscales del gobierno nacional, pero sí retomar un tema urgente tan cerca de la Navidad. Necesitamos volver a creer en este “Nunca Más” que propuso el presidente.

    Dijo Alberto ese día:

     “…Hemos visto el deterioro judicial, en los últimos años; hemos visto persecuciones indebidas y detenciones arbitrarias inducidas por quienes gobiernan y silenciadas por cierta complacencia mediática… Nunca Más a una justicia contaminada por servicios de inteligencia, “operadores judiciales”, por procedimientos oscuros y linchamientos mediáticos. Nunca más a una justicia que decide y persigue, según los vientos políticos del poder de turno. Nunca más a una justicia, que es utilizada para saldar discusiones políticas, ni a una política, que judicializa los disensos para eliminar al adversario de turno… porque una justicia demorada y manipulada significa una democracia acosada y denegada.”

    La Corte Suprema de Justicia, con tan sólo cuatro miembros (dos de ellos puestos originalmente a dedo por Macri y, además, autovotados para presidirla)  y sólo constituida por varones, no da garantías de imparcialidad alguna ni la posibilidad de hacer verdadera justicia en temas muy sensibles para la sociedad.

    Milagro Sala sigue siendo una presa política. Y el sistema judicial no termina de dar señales de la necesaria independencia de poderes. La justicia sigue siendo “demorada y manipulada”, “utilizada para saldar discusiones políticas”. Lejos quedamos los comunes mortales de poder desentrañar por qué se demora esta justicia que espera Milagro y tantos y tantas hermanos y hermanas.

    Soñamos esa justicia que esperan, en primer lugar, nuestros hermanos y hermanas más pobres. Sí, “que se abran esas prisiones injustas”, como proclamaba el Profeta Isaías (58,6).

    Pero también hay otros temas que nos surgen, cercana ya la Navidad. Contemplamos el pesebre en el que Jesús nace, indefenso y sin un techo seguro.  Es urgente que diputados y senadores sesionen y avancen ya con algunas leyes fundamentales, en un país donde sobra la tierra, pero está distribuida de modo injusto y desigual: y como se hizo con la Ley Nacional sobre Personas en situación de calle y familias sin techo, se aprueben también la Ley de Acceso a la Tierra, la ley de humedales, la ley de envases,  la prórroga de la Ley de Emergencia Territorial Indígena 26.160 y la Ley de Tierra, Techo y Trabajo, entre otras urgentes.

    En esta línea, también repudiamos todo avasallamiento contra las comunidades de pueblos indígenas y sus derechos. Las muertes mapuches en el sur de nuestra patria ensombrecen la celebración del Dios que busca nacer en medio nuestro.

    No será feliz nuestra Navidad con presos y presas políticas, ni con hermanos y hermanas indígenas atropellados y atropelladas en sus derechos, ni con hermanos y hermanas en situación de calle, sin tierra, ni techo, ni comida, ni trabajo; ni con un país cuyo futuro esté condenado a muerte por la avaricia de empresarios que no miran otra cosa que su renta o por la exigencia de pagar la deuda con el FMI (una deuda fraudulenta que debería ser pagada con el patrimonio de quienes la contrajeron de manera inconsulta con el pueblo). No será feliz la Navidad con multimedios de comunicación que, mientras reciben suculenta pauta publicitaria oficial, se encargan de demoler todo signo de esperanza. No será feliz la Navidad si un minúsculo grupo de los más ricos de la patria persisten en negarse a aportar una ínfima parte de sus bienes para aliviar apenas un poco los dolores de tantas y tantos. No será feliz la Navidad mientras sigamos velando a víctimas de “gatillo fácil” o de femicidio en nuestros barrios. No será feliz la navidad sin una urgente y necesaria reforma del poder judicial, tan lento hoy para juzgar a los poderosos y tan veloz en condenar a los y las pobres (los abundantes ejemplos de esto lastiman los ojos y hieren la paz interior).

    En el Misterio de Jesús, “Sol que nace de lo Alto” (Lucas 1,78), trabajemos para disipar la tiniebla de toda infelicidad. Queremos anunciar a todo nuestro pueblo una Buena Noticia, esa que viene con Jesús, pero no ignoramos que hay circunstancias y personas que no hacen sino obstaculizar o impedir este anuncio. A estos los queremos llamar a la conversión, o a someterse a un poder judicial independiente que añoramos; y a los y las pobres de la patria repetirles con Jesús que él vino para que haya “vida y vida abundante” (Juan 10,10) y que queremos caminar con ellos en la búsqueda de esa vida, de justicia y de paz, para todas y todos.

     

    Grupo de Curas en Opción por los Pobres
    Diciembre 2021

     

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Categoría padre: ROOT Categoría: Art Para Encuentros

Global, intransigente,pentecostal, extrovertida

Notas sociológicas de la Iglesia que viene

 

The Future Church.

How Ten Trends are Revolutionizingthe Catholic Church

John Allen

New York 2009

 

Introducción (1-12)

 

. Una Iglesia dominada en el siglo XX por el Norte, es decir EEUU y Europa, hoy encuentra dos tercios de sus miembros viviendo en África, Asia y LA. Por tanto, en este siglo los líderes del catolicismo provendrán de todo el mundo en una medida no experimentada hasta ahora.

 

. Una Iglesia cuya palabra clave después del Concilio fue aggiornamento, hoy reafirma oficialmente todas las cosas que la diferencian con la modernidad. Esta política de la identidad es en parte una reacción al proceso de secularización.

 

. Una Iglesia cuyo principal interlocutor interreligioso ha sido en los últimos cuarenta años el Judaísmo, ahora se encuentra en debate con un nuevo Islam asertivo, no ya sólo en el Medio Oriente, África y Asia, sino en la misma Europa.

 

. Una Iglesia que ha invertido una parte importante de sus fuerzas pastorales en los jóvenes, se encuentra ahora, comenzando en el Norte, con una población que envejece con las tasas más aceleradas de la historia humana.

 

. Una Iglesia que, durante mucho tiempo, ha dependido del clero para el trabajo pastoral y el liderazgo, ahora posee laicos realizando ambas tareas en número creciente y de las más diversas maneras.

 

. Una Iglesia acostumbrada a enfrentar determinados asuntos bioéticos durante un milenio, tales como aborto, control de la natalidad, homosexualidad, ahora debe enfrentar un nuevo mundo de investigaciones referidas a la clonación, a las mejores genéticas, etc. Su enseñanza moral está buscando hacer las paces con los avances científicos.

 

. Una Iglesia cuya doctrina social se desarrolló en las primeras etapas de la revolución industrial, ahora enfrenta un mundo globalizado poblado de entidades desconocidas como las corporaciones multinacionales y las organizaciones intergubernamentales que no existían cuando se formularon las ideas sobre una sociedad justa.

 

. Una Iglesia focalizada casi exclusivamente en el ser humano, se encuentra ahora en una nueva situación en la que el cosmos mismo, su sustentabilidad, requiere una nueva reflexión teológica y moral.

 

. Una Iglesia cuya diplomacia se ha apoyado siempre en los grandes poderes católicos, ahora debe hacerse cargo de un mundo multipolar, en el cual la mayoría de los nuevos polos no son católicos, algunos ni siquiera cristianos (India, China, etc.).

 

. Una Iglesia acostumbrada a pensar el “otro” cristiano como ortodoxo, anglicano o protestante, hoy observa el crecimiento de los pentecostales en todo el planeta, acrecentándose en apenas un cuarto de siglo de 5 al 20% del cristianismo global. Incluso la misma Iglesia católica está siendo “pentecostalizada” por el movimiento carismático.

 

Las 10 tendencias propuestas:

 

  1. Una iglesia mundial
  2. Catolicismo evangelical
  3. Islam
  4. La nueva demografía
  5. Expandiendo roles laicales
  6. La revolución biotecnológica
  7. Globalización
  8. Ecología
  9. Multipolarismo
  10. Pentecostalismo

 

Trends that arent’t (414-426)

 

  • No se refiere a cosas que hacen titulares, sino movimientos que trabajan bajo la superficie, lenta e imperceptiblemente.

 

  • No están listadas en orden de prioridad.

 

  • Tienen un carácter descriptico, no prescriptivo. Intenta expresar lo que está sucediendo en el catolicismo y procura comprenderlas.

 

  • Elabora unas “notas sociológicas” de la Iglesia, en analogía con las clásicas “notas teológicas” (una, santa católica y apostólica).

 

  • La lista es el fruto de una empresa subjetiva; de las que se estima serán importantes en el siglo XXI (7).

 

  • No son las tendencias normalmente sospechadas, es decir, las que aparecen en las cabeceras de los periódicos o en los talk shows, aunque varias de esas preocupaciones se incluyen en las que se proponen. Intentar comprender el catolicismo a partir de esas tendencias vistosas no permite advertir el full picture (8-9).

 

  • Estas tendencias no se dirigen en la misma dirección, a veces lo hacen en sentido opuesto, otras se potencian. El crecimiento del catolicismo del sur, la emergencia del multipolarismo o la difusión del pentecostalismo se mueven en la dirección de la inculturación, mientras que el catolicismo evangelical enfatiza modos de lenguaje tradicionales, formas más conservadoras, etc. No existe un desarrollo one-way en las tendencias eclesiales.

 

  • Aunque cada tendencia tiene su propia modalidad y lógica interna, “en un sentido, existe en verdad sólo una tendencia, la globalización” (10).

 

  • Están seleccionadas con “ojos americanos”, que solo representa el 6% de la población católica mundial y que tiene una larga historia de “parroquialismo nacional” (12).

 

Algunos criterios para constituirse en tendencia:

 

  • Deben ser globales, no sólo ligadas a un país o región.

 

  • Tienen que tener un impacto significativo en las bases del catolicismo, indicando que hay realmente un movimiento en esa dirección, no una mera opinión de un grupo.

 

  • Debe existir la evidencia que la conducción de la Iglesia está comprometida con el asunto que cae bajo la tendencia y que tiene el potencial de influir al catolicismo como realidad estructural, institucional.

 

  • Debe tener un potencial explicativo, con el cual una variedad de sucesos, asuntos y desarrollos de la vida de la Iglesia puedan entenderse. Una categoría amplia.

 

  • Tiene que tener un poder predictivo, es decir, ayudar a entender anticipadamente hacia dónde va la Iglesia en una variedad de frentes.

 

  • No debe estar ideológicamente orientado, en el sentido que no debe implicar un juicio sobre lo que está sucediendo en la Iglesia; debe describir algo que toda persona pueda reconocer, aunque tengan diferentes opiniones sobre el asunto.

 

  • Interesantes observaciones sobre porqué importantes realidades en la Iglesia no son incluidas en el listado (mujeres, crisis por los abusos sexuales, polarización, movimientos, Juan Pablo II) (418-426).

 

Catholicism in the Twenty-First Century (427-456)

 

Notas sociológicas de la Iglesia que adviene: global, intransigente, pentecostal, extrovertida.

En base al análisis de las tendencias estudiadas, éstas intentan describir cómo será la Iglesia en los próximos 100 años.

 

Global: el multipolarismo que se observa en las relaciones internacionales, también caracterizará la Iglesia futura. Aunque los teólogos y los activistas del Norte seguirán teniendo una influencia importante, fruto de sus recursos entre otras razones, será creciente la importancia del Sud: Asia, África y LA. A nivel de las bases progresivamente será menos occidental, menos blanco. La fuerte inmigración afectará los modos de vivir del Norte. Si la demografía es destino, el catolicismo futuro es claramente más global.

 

Un catolicismo:

 

  • Moralmente conservador en temáticas de sexualidad y vida.
  • Liberal (o progresista) en justicia social.
  • Con mayor impronta bíblica, con un tono evangélico más robusto (menos centrado en el catecismo o en el Código), con predicación y catequesis más narrativas.
  • Preocupada más con el pluralismo que con el secularismo. A nivel de las bases, el desafío proviene más de un mercado religioso competitivo.
  • Más joven y optimista. Las nuevas regiones no cargan con la historia y las tradiciones del Norte; poseen además población más joven. Son percibidas por los visitadores del Norte como iglesias dinámicas, innovadoras y esperanzadas.
  • Extraño a los europeos y norteamericanos. Bajo la influencia del sur, se dará mayor espacio a prácticas religiosas autóctonas o formas litúrgicas y expresiones teológicas, tales como la “teología negativa” asiática, más inculturadas.

 

Intransigente (uncompromising):

 

El catolicismo se siente en el occidente secularizado como una minoría combatida, se percibe como malinterpretada por las elites culturales hostiles a la Iglesia. En respuesta, los católicos están respondiendo como lo hace generalmente una minoría combatida: “practicando una política de identidad” (436). Refuerzan vigorosamente características tradicionales del grupo de identidad como forma de protegerse de la asimilación. Este impulso es descrito en el libro como una versión católica del movimiento Evangelical protestante; abarca amplios espacios de la vida de la Iglesia, de la teología a la liturgia y a las prácticas espirituales y afectando la educación, la salud y los servicios sociales.

 

El catolicismo evangelical del siglo XXI será:

 

  • Doctrinalmente tradicional. Bajo amenaza, el catolicismo reacciona reafirmando su enseñanza tradicional y generando nuevos modelos de pastoral para defenderse, así en la Contrarreforma , por ejemplo. Este análisis se explicita en la expresión “dictadura del relativismo”. La Iglesia está empeñada en un tal proyecto de reducción doctrinal: Cristo como el único salvador, la Iglesia católica como la única verdad era Iglesia, una neta distinción entre el sacerdocio ministerial y los laicos, etc. Nuevos movimientos laicos y una expandida noción del apostolado laico son emergentes instrumentos pastorales.
  • Políticamente afirmativo. Deviene más audaz en el ámbito público, con un abierto activismo, con amenazas de sanciones disciplinarias a los que expresan posiciones públicas contrarias a la enseñanza de la Iglesia. Esto promete crecientes tensiones Iglesia-Estado, guerras culturales.
  • Deliberadamente diferente. Una idea clave es enfatizar las cosas que hacen al catolicismo algo aparte. Esto se refiere tanto a las prácticas individuales como al nivel institucional; tiene implicancias también para el ecumenismo y el diálogo interreligioso: una Iglesia más preocupada en defender su peculiaridad que en encontrar fundamentos comunes; más apologética que dialogal.
  • Dinámico, pero dividido. Con este espíritu, producirá muchas nuevas maneras de obras apostólicas: órdenes religiosas, revistas y canales de televisión, web sites, pequeños grupos de creyentes, proyectos de acción social, etc. Católicos que no están en sintonía emigrarán a espacios no-católicos, tales como: universidades seculares, grupos de pensamiento, organizaciones humanitarias, creando, por una parte, una informal Iglesia en el exilio y, por otra, un creciente tribalismo católico.

 

Pentecostal:

 

Es el grupo religioso que más rápidamente crece en el mundo de hoy; representa el 20% de todos los cristianos. Un 11% se describe como carismático en la Iglesia católica (Pew Global Forum). “Pentecostalismo está deviniendo de facto la manera de ser cristiano en el Sud.” (437). “Puede decirse que el pasado reciente del catolicismo pertenece a los liberals, su presente a los evangelicals, y el futuro pertenece a los pentecostales.” (438). Aunque el catolicismo evangelical disiente decididamente del pentecostalismo en las formas litúrgicas y en la organización eclesiástica, “ambas tendencias promueven la ortodoxia doctrinal, una evangelización explícita, una presencia católica asertiva en la vida pública, una moralidad personal estricta.” (438). Habrá tensiones entre estas dos tendencias, pero de modo importante se reforzarán una a la otra.

 

Este catolicismo pentecostal será:

 

  • Sobrenatural. El mundo sobrenatural es tangible, cercano y una fuerza directa en los asuntos humanos. Milagros, curaciones y exorcismo devendrán parte rutinaria de las prácticas pastorales. Incluso la agenda de justicia social será incorporada en esta perspectiva; no se combatirá al G 8, se lo exorcizará.
  • Orientada a la prosperidad. Sin que se opaque el discurso contra la injusticia social, tenderá a acentuarse la lectura pentecostal del “evangelio de la prosperidad”, como bendición.
  • Emprendedorismo. Una clave del suceso pentecostal reside en el hecho que crea una constante competencia entre sus seguidores; insatisfechos en algún lugar, “siempre pueden iniciar una iglesia a su manera” (439). Crecerá la tendencia a fundar movimientos, grupos de oración, pequeñas comunidades de fe, alternativas a la parroquia, cuyo “sistema no ocupará por mucho tiempo el punto primario de referencia para los católicos.” (439).
  • Liderazgo laical. Clave del pentecostalismo es la alianza entre creyentes. Parte por este movimiento, parte por la escasez de clero el catolicismo se moverá en esa dirección; particularmente, mujeres.

 

Extrovertida

 

Los términos ad intra y ad extra han sido muy útiles para caracterizar procesos en la Iglesia. En el posconcilio, “el drama del catolicismo fue largamente ad intra”. En el catolicismo del futuro esas cuestiones serán letra muerta, al menos en el sentido del potencial para dar forma a la enseñanza oficial de la Iglesia y sus prácticas.” (439). Las mayores energías creadoras de la Iglesia se encontrarán mayormente ad extra. Esta es quizás la mayor ironía del catolicismo evangelical: comienza como un impulso vital ad intra, reafirmando una identidad católica tradicional, impulsa una fuerte corriente de acción hacia fuera.

 

Un catolicismo del siglo XXI más extrovertido es el resultado de intersecciones de cuatro fuerzas: a) católicos liberales, desalentados por las reformas ad intra, se ocuparán de tareas ad extra; b) católicos evangelical tomarán las calles como expresión de una iglesia misionera; c) las preocupaciones teológicas y pastorales del Sud van primariamente en esta línea; d) una vasta gama de problemas, tales como la biotecnología o el Islam, requerirá una respuesta del catolicismo.

 

El catolicismo del siglo XXI será definido por su teología y sus actividades en al menos cinco áreas:

 

  • Islam. El radicalismo islámico juega el rol que tuvo un día la Unión Soviética. La relación con el Islam es doble: preocupación por la competencia, la libertad de religión y la violencia, por un lado, la colaboración en la defensa de valores espirituales, morales frente a la “dictadura del relativismo”, por el otro.
  • Envejecimiento. Deberá afrontar este cambio importante, incluso en sus mismas filas. Puede constituir un “boom demográfico”: mucha cantidad en una edad en que se visualiza más apertura para lo religioso.
  • Biotecnología. La creciente importancia, complejidad y peligro del tema reclamará tiempo y energía a la Iglesia.
  • Justicia social y medio ambiente. Las tensiones en la distribución del ingreso aumentarán, de locales se harán globales.
  • Relaciones internacionales. Las tendencias globales orientan hacia el multipolarismo; se crean nuevos partnerships, con nuevos posibles conflictos. El crecimiento de China e India creará una nueva situación. Asia devendrá una prioridad, incluidas sus grandes tradiciones religiosas.

 

El catolicismo y las grandes cuestiones del siglo XXI

Si el acento está puesto ad extra, y dado que representa un “actor global con recursos únicos”, ¿cuáles serían las áreas en las cuales el catolicismo puede hacer una diferencia?

Islam

McWorld vs. Jihad

Derechos humanos

Guerras del agua

 

Primera tendencia: Una iglesia mundial (13-53)

 

  • Aunque el cristianismo no es un producto europeo, después de 2000 años parece tan estrechamente vinculada a él como el hinduismo a India y el sintoísmo a Japón. Adonde Europa fue, llegó el cristianismo, donde Europa no se afincó, el cristianismo, en general, no penetró. Lo que hace único al siglo XX es que la estrecha identificación entre occidente y el cristianismo se ha desintegrado. Al comienzo del siglo XX sólo el 25% de los católicos vivían fuera de Europa y EEUU, al final del siglo el 65,5% de los católicos viven en Asia, África o LA. “En un sentido geográfico, el siglo XX ha girado «al revés» al catolicismo.” (15). Lo cual no significa que hoy estas regiones ejerzan una influencia equivalente en los asuntos de la Iglesia (en la elección papal de 2005 había 19 votos de cardenales italianos, lo mismo que los de Asia y África juntos, siendo que en Italia viven 55 millones de católicos y en aquellos continentes 237). Dada la lentitud de los procesos eclesiales debe suponerse que tomará tiempo hasta que se refleje en el liderazgo eclesial la composición demográfica de la Iglesia. El escenario que puede preverse no es el reemplazo del Norte por el Sur, sino que ideas, movimientos y controversias se irradiarán desde múltiples centros en el Norte y en el Sur. A juicio de Allen éste es “uno de esos raros casos” en que una idea teológica, la formulada por Rahner en 1978 acerca de la cesura en la historia de la Iglesia (por primera vez, de hecho, una iglesia mundial), “está abierta a una verificación empírica, y los números confirman a Rahner.” (16). Esta tendencia cruza todos los aspectos de la vida de la Iglesia: la doctrina, las formas litúrgicas, la visión política, el estilo pastoral.

 

  • Al comienzo del siglo XX había 266.5 millones de católicos; 200 millones en Europa y Norteamérica; 55 en AL. “El perfil cultural y étnico de la Iglesia en 1900 no era terriblemente distinto al que existía durante el Concilio de Trento en el siglo XVI.” (Allen, 17). En 2000 hay mil cien millones de católicos; 350 millones en NA y Europa; 720 en AL, Asia y África; casi la mitad vive en AL. “Esta es la transformación demográfica más rápida del catolicismo romano en sus dos mil años de historia”. (Allen, 17). Esta tendencia demográfica está cambiando el mapa de la Iglesia católica. Nigeria tiene hoy el seminario más grande del mundo, 1100 seminaristas, un quinto de todo EE.UU. Asia inició el 1900 con 1.2% católicos del total de su población; hoy representa el 3%; India de 2 millones a 17; entre 1985 y 2005 la población católica de Corea se ha duplicado: 11%, 5 millones. En 2005 había más bautismos en Filipinas que en Francia, Italia, España y Polonia juntas. En 2010 habrá más cristianos que budistas en Asia (2007: cristianos 350 mill; budistas 372 mill). “Todo esto significa que la historia global del catolicismo está creciendo, no declinando”. (Allen, 19). La crisis que se detecta en el occidente debe ser completada con la vitalidad que se observa en otras partes del globo. (Allen, 19ss.).

 

  • En el año 2000 los diez países con más población católica

 

  1. Brasil: 149 millones
  2. México:         92
  3. EEUU: 67
  4. Filipinas:       65
  5. Italia: 56
  6. Francia:        46
  7. Colombia:      38
  8. España:        38
  9. Polonia:        37
  10. Argentina:     34

 

 

En el año 2050 conforme a las proyecciones del UN Population Division

  1. Brasil:          215 millones
  2. México:         132
  3. Filipinas:       105
  4. EEUU: 99
  5. República Democrática del Congo: 97
  6. Uganda:        56
  7. Francia:        49
  8. Italia: 49
  9. Nigeria:        67
  10. Argentina:     46,1

 

Por primera vez tres países africanos formarán parte de las naciones católicas más grandes del mundo; desaparecen dos europeas (España y Polonia), y siete pertenecen a regiones más al Sur de Europa y NA.

 

  • Causas del crecimiento del catolicismo. Ningún fenómeno social importante tiene una sola causa (P. Berger). 1) Crecimiento de la población: se mantiene la proporción, fuertes pérdidas en el norte, dramático crecimiento en el sur. 2) Control local: cuanto más una iglesia es percibida como local, mayor es su potencial de crecimiento de largo término. 3) Circunstancias locales: “Coke and Pepsi of global religion” en África (400 millones de musulmanes y 400 de cristianos; cada uno con el 40% de la población), India, China, Corea… 4) Absorción de las culturas indígenas: aunque es cierto el colonialismo occidental, no obstante el cristianismo ha tenido más suceso que el Islam en este proceso (que exige una mayor “arabización”). (Allen, 20-23).

 

  • Perfil del catolicismo del Sud: muy variado, pero con cualidades comunes. 1) Conservadores en la moral personal (sexualidad y bioética), liberales (en el sentido norteamericano) en el terreno económico, político, militar (críticos del capitalismo, del papel de EE.UU., pro-palestinos, pro-ONU, más “verdes” y anti-belicistas). Por ejemplo, se habla de un “consenso latino” en temas de justicia social en AL (Brackley). 2) Milagros, curaciones, posesiones, apariciones, en general, la percepción de lo sobrenatural: “actitudes frente a lo sobrenatural son quizás la línea divisoria fundamental que separa los climas religiosos del sud y del norte.” (Allen, 26). Temática de la religiosidad popular. 3) Pluralismo, no secularización. “El problema del sud es más la credulidad que el escepticismo acerca de lo religioso” (Allen, 28), un mercado religioso altamente competitivo, menos enfrentado a una secularización enraizada. 4) Problemas de crecimiento, no de declinación. 5) Un rol político importante. En algunos países no occidentales la Iglesia es la única fuerza social significativa. 6) Juventud y optimismo. En varias regiones del sud la Iglesia es joven en un doble sentido: demográfica y culturalmente (No AL). (Allen, 23-32).

 

  • What it means. Near-certain consequences: 1) Liderazgo desde el Sud, aunque el norte seguirá teniendo un megáfono más grande. 2) Un nuevo temario, como poligamia o brujería. 3) Un desplazamiento desde el ad intra hacia el ad extra, influenciado por la agenda del Sud. 4) Acentuación de la ortodoxia, particularmente en temas de bioética y sexualidad. 5) Mayor apoyo para una posición de “izquierda” en economía, justicia y guerra. 6) Ministerios urbanos. En 2008 por primera vez la mayoría de la población vive en ciudades (3.3. billón); en 2030, 5 billón; el 81% en naciones en desarrollo. 7) Diversidad y uniformidad. El balance correcto: una tensión importante del siglo XXI. (Allen, 32-42).

 

  • Probable consequences. 1) Tensiones permanentes con los EE.UU. 2) Momentos difíciles para movimientos de reformas. 3) La “misión al revés”, la redistribución del clero, del sur hacia el norte. 4) Complicaciones en el diálogo ecuménico e interreligioso, comeback of apologetics. En lugares donde el cristianismo es minoría, sufre persecución a menudo (India, países musulmanes, Medio oriente). (Allen, 42-47).

 

  • Possible Consequences. 1) Un papa del tercer mundo. 2) Reconsideración del celibato sacerdotal. En algún momento del siglo XXI puede ser aprobado un experimento limitado con los viri probati. 3) Redistribución del clero. Dos tercios de los católicos viven en África, Asia y LA, pero con un tercio de los sacerdotes. Y, de hecho, la movilidad es hacia el norte, cosa desaconsejable desde una perspectiva meramente organizacional. 4) Un impulso para los católicos liberales desde la India. En 2050 India tendrá unos 50 millones; entre los veinte países con más católicos, parecido a Alemania. Teólogos liberales del Norte encontrarán alianzas estratégicas con colegas que, además, hablan el inglés. (Allen, 47-51).

 

  • Long-Shot Consequences. 1) El primer concilio ecuménico de Manila o Nairobi para dar respuesta a una completamente nueva situación histórica, sociológica y cultural. 2) Una venta de liquidación en el Vaticano y en otras diócesis. Simplificación del estilo de vida. 3) Unión entre católicos y anglicanos en el Sud. (51-53).

 

 

 

Cuarta tendencia: La nueva demografía (141-177)

 

  • Las tasas de fertilidad nunca habían bajado tan rápido, tan abajo, tan comprehensivamente. La declinación es un fenómeno universal.

 

  • 2.1. de hijos por cada mujer fértil es considerado el nivel de reemplazo; en 1950-1955 era de 5.02; hoy de 2.65.

 

  • En la segunda mitad del siglo XXI se tocará el punto más alto de la población: 9. Mil mill.

 

  • Un proceso nítido de des-población ha comenzado claramente en Europa y Japón. No en EEUU por otras razones. (Un ejemplo: Italia tenía un millón de nacimientos en 1960; hoy el promedio anual es poco más de la mitad. Con la tasa de fertilidad actual (1,28) la ONU proyecta que, en el 2050, habrá perdido un quinto de su población actual, de 57 millones).

 

  • Claro contraste entre el Norte y el Sur: la mitad de la población mundial está bajo la edad de 24 años, pero el 90% de ellos en el Sur del mundo.

 

  • Causas múltiples. “Capitalism is the best contraception”, Ben Wattenberg. (Allen, 145ss.).

 

  • Del campo a la ciudad, revolución industrial.

 

  • Menos mortalidad infantil, más longevidad, cambios en la forma de vida de la mujer, acceso al trabajo, contracepción, TV, cultura de consumo, etc.

 

  • El temor de la infertilidad. Pocas fuerzas tienen tanto poder para modificar el curso de la historia como el crecimiento y/o la distribución de la población. “Demografía es destino”, A. Comte. (Allen, 148).

 

  • Si la declinación de la fertilidad es un producto de la modernidad, no sorprende que aparezca primero en Europa. En 1957 cuando se fundó la Unión Europea las 27 naciones que ahora son miembros tenían una tasa de fertilidad por encima del 2.1; hoy ninguna la tiene. La UNPD estima que la población europea caerá para el año 2050 de 728 a 590 millones de personas. El proceso no es homogéneo; Francia superaría en población a Alemania en algún momento, Inglaterra crecería el 15% para 2050.

 

  • EEUU: se pronostica un crecimiento continuo; llegaría a 400 millones en 2050 (actualmente: 300), convirtiéndose en el tercer país más poblado, después de China e India. Esto se debe en parte a la alta tasa de fertilidad de la población hispana, 2,3. El último año que la población White non-Hispanic American tuvo suficientes hijos para reemplazarse a sí misma fue en 1971. Los hispanos son el 15% de la población; serían el 23% en 2030. Su edad promedio, 27; la de los whites, casi 40. (Allen, 150). Importancia de la inmigración: entre 1991 y 2000 EEUU admitió 9,1 millones de inmigrantes, más que todo el resto del mundo junto. La inmigración hispana, la más importante del país, se estabilizará y decaerá en algún momento del siglo debido al envejecimiento de la población mexicana; también su tasa de fertilidad en EEUU está en decrecimiento.

 

  • Asia: en los próximos 40 años Japón perderá un cuarto de su población, posee hoy 128. Sud Corea y Singapur muestran panoramas semejantes. Más llamativo es el caso de China: en 1960 tenía una tasa de fertilidad de 6,1, hoy es 1,8 según Naciones Unidas. La explosión de una clase media y una rígida one-child policy ha causado este declinamiento. (Allen, 151).

 

  • América Latina 561 millones en 2005; 782 millones en 2050. Brasil y México representan el 20 % del catolicismo mundial. Brasil: tasa de natalidad 6.1 en 1969, 2.1 hoy; México: de 7.0 a 2.3, abajo del nivel de reemplazo, como Uruguay y Chile, por ejemplo. Próximamente también Argentina (en 2015) y Colombia se encontrarán en esa situación.

 

  • África, aunque hay muchas diferencias entre países, es el continente menos impactado por la declinación de la fertilidad. Entre los diez países con tasas más altas de fertilidad, ocho están en África. Una comparación entre países con cantidad de población semejante: En 2004 Nigeria tenía 137 millones, Japón, 128. En 2050 Nigeria tendrá 205 y Japón entre 120 y 112.

 

  • África del norte crecerá un 68% hasta 2050, los subsaharianos 132%, de 700 millones actuales a 1.600 millones.

 

  • Las políticas de salud, pensiones y de inmigración serán temas de la mayor importancia. Si Europa quiere conservar-reemplazar su fuerza laboral, deberá acoger 3,2 millones de inmigrantes por año; hoy admite 376 mil.

 

  • Los obispos americanos son más pro-inmigración que los europeos. Esta tendencia se acentuará. Los nuevos inmigrantes en los EE.UU. son católicos, en Europa, musulmanes. “Para poner la trayectoria en términos simples: Europa será más pequeña y menos católica, EE.UU. será más grande y más católica.” (Allen, 166).

 

  • Desde el punto de vista doctrinal, este panorama demográfico parece que favorecerá posiciones conservadoras dentro de la Iglesia católica. Por otra parte, “una conexión entre compromiso religioso y alta fertilidad no es mera especulación” (Allen, 167). Es razonable pensar que ésta (tener hijos a una tasa de fertilidad superior a la de reemplazo) figurará en las «políticas de identidad» del catolicismo del siglo XXI.

 

Tercera tendencia: Catolicismo “evangelical” (54-94)

 

  • En el mundo occidental, “el catolicismo ha pasado de ser una cultura mayoritaria a percibirse a sí misma como una minoría cultural combatida; y responde como las minorías combatidas siempre lo han hecho: con una «política de la identidad» basada en la reafirmación de sus creencias y prácticas tradicionales, en la agudización de las fronteras entre ella misma y la cultura circundante.” (Allen, 55).

 

  • El término «evangelical» le parece al autor el mejor para describir esta tendencia. El protestantismo respondió a los desafíos del siglo XVII y XIX (ciencias empíricas, estudios bíblicos modernos, modos seculares de vida cotidiana, etc.) de una triple manera, que cruza las fronteras denominacionales: liberalismo, evangelicalismo, pentecostalismo. Estas tendencias tienen su analogía en el catolicismo. Aunque tienen importantes diferencias teológicas, los evangelicals protestantes y católicos, “comparten una psicología religiosa fundamental”, que, a menudo, “los hace más semejantes entre sí, que con cualquier otro miembro de su denominación.” (57). El autor prefiere el término «evangelical» al de conservadores. Es secundario el asunto. Un buen ejemplo es, a su juicio, Benedicto XVI: su visión del cristianismo occidental es el de una “minoría creativa”, que debe poseer un sólido sentido de su propia identidad, fundado en una opción personal, y un profundo grado de cohesión interior, y con una irradiación contracultural y un mandato evangelizador-misionero explícito de cara a la sociedad. Según Allen, esto no puede ser caracterizado simplemente como conservador.

 

  • Es “hijastro de la secularización”, con una cuidada estrategia de resistencia a ella, particularmente para que dicha secularización no se reproduzca al interior de la Iglesia. Expresiones, típicas del pontificado de Juan Pablo II, son las jornadas mundiales de la juventud, las reuniones de Rímini del movimiento Comunión y Liberación, etc.

 

  • El proceso de secularización se verifica prevalentemente en Europa. “El Vaticano es una institución europea, de tal manera que las tendencias culturales europeas ejercen un impacto desproporcionado en los asuntos cotidianos de los oficiales vaticanos” (59). Además, porque se piensa, con razón o sin ella, que los procesos europeos (por ej. la España de Zapatero), tendrán un gran efecto en otras partes del mundo. De hecho, constata Allen, algunos cardenales reconocen que Europa fue un asunto clave para la votación en la elección del conclave de 2005. (60). “La crisis de fe de Europa es ciertamente real”. Diversos indicadores.

 

  • Secularización no es un movimiento homogéneo y coherente. Diferencias en Europa según regiones. «Believing without belonging»; «belonging without  believing»; «patchwork religion», «cafeteria Catholicism»; etc.

 

  • Una clara percepción de una “inquisición secular”; de la indiferencia a una hostilidad expresa. Un ejemplo: la discusión sobre la inclusión de la palabra cristianismo en la constitución de Europa. En 2007 Benedicto acusó a Europa de una “apostasía de sí misma”.

 

  • El crecimiento del catolicismo evangelical puede advertirse en cuatro áreas de la vida de la Iglesia: 1) Las guerras litúrgicas. El problema de las traducciones a las distintas lenguas. El indulto sobre la misa tridentina. 2) En el campo educativo: diversas tensiones, como el discurso de Obama en Notre Dame que muestra la presión por la identidad católica en estas instituciones. La orientación de la Congregación de la Educación Católica es evidente. 3) La identidad sacerdotal, reforzando sus características tradicionales, su vinculación al sacrificio, su diferencia con el sacerdocio común de los fieles, etc. “Independientemente de los debates históricos y teológicos, el celibato es la forma más visible de la Iglesia católica  tiene para subrayar la diferencia entre sacerdotes y cualquier otro, y cuando esta distinción es vista como en peligro, cualquier cambio en la disciplina es poco probable.” (71).

 

  • Claridad teológica: cristología, eclesiología. Dominus Iesus. Teólogos con problemas: J. Dupuis, R. Haight, J. Sobrino, P. Phan, etc. En eclesiología, la interpretación del Concilio, Communionis notio, etc.

 

  • ¿Tienen futuro los católicos liberales? Junto al impulso evangelical, éste es uno de los modos de responder a la modernidad. “Sólo las sectas tienen el lujo de una consistencia rígida.” (73). Como los hay en las otras tradiciones religiosas, siempre existirá ésta en el catolicismo. Todavía representa una fuerza importante en el catolicismo de hoy (creyentes en general, sacerdotes, laicos, religiosos, teólogos). No existe una clara distinción entre evangelical y liberales; las fronteras no son siempre tan definidas, a veces católicos reflejan elementos de ambas, etc. Probablemente, en el futuro, desilusionados por las reformas ad intra, se concentren en el aporte cristiano a la sociedad, ad extra.

 

  • What it means. Near-certain consequences: 1. Nuevas energías y quizás nuevo crecimiento. Grupos que afirman una clara identidad parecen tener una mejor oportunidad de expansión y revival. (75). Esto se observa en diversos indicadores, como el número de vocaciones, por ejemplo. En la medida en que el catolicismo cambia hacia una afirmación más estricta de su identidad, razonablemente debe esperarse una membresía inicialmente pequeña pero más comprometida, que producirá nuevas energías y puede conducir, con el tiempo, a un nuevo crecimiento. (76). 2. El peor de los tiempos, el mejor de los tiempos para reformadores. El siglo XXI un “período de catacumbas” para movimientos liberales; se reducirán en miembros e influencia ad intra, pero crecerá su audiencia externa. Múltiples actores sociales estarán interesados en apoyar estos movimientos. 3. Un cambio ad extra. También por el influjo de las iglesias del Sur. 4. Percepción del catolicismo como “derecha”. En la medida también en que los asuntos de sexualidad definen más la percepción pública de la Iglesia; la oposición a la guerra de Iraq pasó casi desapercibida. 5. Colisiones entre la Iglesia y el estado. Traerá, por ejemplo, una creciente presión en orden a revisar los privilegios financieros de la Iglesia. 6. Sin disenso en los cargos pagos de la Iglesia (periódicos, revistas, etc.). 7. Obispos como maestros más agresivos.

 

  • Probable consequences. 1. Migración de católicos liberales. Aunque esto sea saludado por conservadores, no dejará de tener consecuencias negativas. Los candidatos al sacerdocio carentes de una pluralidad de visiones saldrán mal equipados para enfrentar un mundo en el cual tendrán acceso a las ideas antes ocultadas. Además esta emigración puede situar a la izquierda en una mejor posición para influir en la sociedad y participar en coaliciones de diverso tipo. 2. Dudas sobre el diálogo. El tipo de diálogo será diferente, sospechando sincretismos, en lugar de auténticos compromisos. La apologética constituirá el “modo central” con el cual el catolicismo responde a las diversas tradiciones cristianas y otras religiones. 3. Un nuevo lenguaje para la reforma. Crecerá el escrutinio de las autoridades eclesiales sobre el debate teológico. 4. Un mayor tribalismo. El catolicismo del Norte tiene una división interna muy seria. Normalmente se la plantea como izquierda y derecha, pero la situación es más compleja. “Una más precisa descripción… sería de «tribalismo» refiriendo a las variadas subculturas católicas que salpican el paisaje: tradicionalistas litúrgicos, communio-católicos, reformadores progresistas, carismáticos, activistas de paz y justicia, etc.” (Allen, 84). Tienen entre ellos una “pequeña interacción”. “Las tendencias descritas en este capítulo parecen más bien exacerbar estas líneas de división.” (Allen, 84). Este creciente tribalismo es “probable” más que “near-certain” porque, a juicio del autor, depende de cómo se gestione en los próximos años. “Hay una simplificación ideológica en todos lados…” (Finn). 5. Un impulso pro-americano en la diplomacia vaticana. De cara a las nuevas tendencias (secularización, islam, etc.) ya hay signos de este impulso; ejemplos concretos: el viaje de Benedicto XVI a EEUU en abril de 2008, la recepción de Bush en el vaticano, luego, y el trato más cálido de muchos católicos americanos a Obama.

 

  • Possible Consequences. 1. Obispos en el banquillo. Jurídicamente perseguidos por sus posiciones conservadoras. 2. Retorno a la disciplina de abstinencia y ayuno, como forma expresiva de reconexión con la propia tradición. 3. Un revival en vida religiosa. ¿Cómo explicar las impresionantes bajas en el personal eclesial desde el Vaticano II? Dos hechos parecen claros: el crecimiento se verifica en el Sur, en el Norte crecen las órdenes que aparecen como más tradicionales. En el Norte las órdenes religiosas están más a la izquierda que los cleros diocesanos y que muchas instituciones católicas; resistirán el embate conservador y probablemente sus parroquias se conviertan en lugares de encuentro de católicos liberales. 4. Espacio para reformas no-doctrinales. La crisis de abusos de niños ha dejado a la luz un déficit en el sistema de gestión, tanto de personal como de finanzas. 5. ¿Un mercado más pequeño para los movimientos? Una iglesia más evangelical en sus parroquias y ministros puede satisfacer las expectativas de un público que se reunía en torno a los movimientos. Si la Iglesia entera se parece más a los movimientos…“Bajo este escenario, los movimientos pueden devenir víctimas de sus propios éxitos.” (Allen, 91). Llegaron para quedarse, pero probablemente no experimentarán en el XXI el crecimiento que tuvieron en el siglo XX.

 

  • Long-Shot Consequences. 1. Cisma en el norte. El tribalismo descrito augura la no existencia de un cisma formal. Un número creciente de católicos de izquierda afrontarán “un exilio interno.” Poseen, no obstante, una importante red institucional de escuelas, publicaciones, organizaciones, etc. 2. Un ecumenismo a dos partes. “Al menos en el Norte, el ecumenismo del siglo XXI puede estar dirigido más por afinidad ideológica y teológica que por la afiliación denominacional, conduciendo a dos movimientos ecuménicos paralelos” con los ortodoxos y los surgidos de la Reforma. (Allen, 93). 3. ¿Millones de católicos Amish? A partir del lema básico: la deliberada elección de ser diferente frente a las tendencias culturales (en el Norte postmoderno secularismo), qué forma concreta tomará esta diferencia. “Unos pocos miles de católicos viviendo como Amish será una curiosidad; millones, sin embargo, sería una revolución.” (Allen, 94).

 

Décima tendencia: Pentecostalismo  (375-413).

 

“Cuando se escriban las futuras historias del cristianismo, el último siglo veinte probablemente será conocido como la era de la «explosión pentecostal». De menos del 6% del mundo cristiano a mitad de los 70’, los Pentecostales terminaron el siglo representando casi el 20% del mundo cristiano… (…) el número total mundial de pentecostales es de alrededor 380 millones. Eso convertiría al Pentecostalismo en la segunda más grande «denominación» cristiana en el mundo, estando detrás sólo del catolicismo romano. Hoy hay más pentecostales que todos los ortodoxos, anglicanos y luteranos juntos.” (Allen, 378). Si a estas cifras se suman las versiones del pentecostalismo surgidas al interior de las grandes iglesias cristianas, el número puede ascender hasta 600 millones, “más de un cuarto de todos los cristianos.” Algunos expertos creen que el pentecostalismo es la religión más beneficiaria de la globalización, quizás incluso el modo de expresión espiritual mejor adaptada a la era global”. (378). En el caso de los católicos carismáticos, el total estimado por The World Chistian Database: 120 millones en el mundo; lo cual representa un 11% de la población católica mundial. Es necesario hablar de pentecostalismos en plural dada la gran diversidad grupos. “Pentecostalismo es la nueva aparición más importante en la escena del mundo religioso en los últimos 100 años.” (379). Al menos dos tercios de los pentecostales están en el mundo en desarrollo, algunos creen que el pentecostalismo está emergiendo de hecho como el modo de ser cristiano en el Sud.” (379). Los mayores centros: Chile, Guatemala, Nigeria, Ghana, Sud África, Corea, Filipinas y China. Si bien se ha desarrollado en ambientes pobres, también ha mostrado capacidad para insertarse en clases medias urbanas, por ejemplo en Rusia. Según algunos “es la expresión más visible de una serie de reconfiguraciones religiosas profundas asociadas con la globalización…” (379). Información: http://pewforum.org/Christian/Evangelical-Protestant-Churches/ Spirit-and-Power.aspx

Cf. la cita de D. Tombs, “The Church in a Latin American Perspective”, en G. Mannion – L. Mudge (eds.), The Routledge Companion to the Christian Church, New York 22010, 306-325, 312: “En los pasados cuarenta años en general la membrecía de las Iglesias protestantes se ha duplicado en Panamá, Venezuela, Paraguay, Chile; triplicado en la República Dominicana, Nicaragua y Argentina; cuadriplicado en Puerto Rico y Brasil; quintuplicado en El Salvador, Costa Rica, Perú y Bolivia; y sextuplicado en Honduras, Colombia y Ecuador. Aproximadamente un tercio de los guatemaltecos son ahora protestantes. Dada la actual tasa de crecimiento, es probable que Brasil pueda tener una mayoría protestante en 2030.”

 

  • El perfil pentecostal. Tiene una eclesiología de baja intensidad, que enfatiza la capacidad ordinaria de los creyentes para conectarse con las realidades espirituales sin mediaciones sacramentales o clericales, junto a un fuerte impulso misionero orientado a que otros experimenten la potencia del espíritu en sus vidas cotidianas. Creencia en los dones del Espíritu, como el hablar en lenguas, profecía o la oración para una curación milagrosa; una lectura literal de la Biblia; firme creencia en la curación divina de la enfermedad, en la posibilidad de una revelación divina directa; énfasis en los espíritus malos, creencia de que Jesús retornará durante el tiempo de sus vidas; creencia en una salvación, “rapto” en el cielo, antes del fin del mundo; creencia en que los milagros ocurren como en los tiempos bíblicos; firme compromiso “evangelizador”, misionero, en orden a la conversión de otros; énfasis en Cristo como el único camino de salvación; una moral conservadora en temas como homosexualidad, sexo extra matrimonial, aborto, divorcio, consumo de alcohol, etc.; alto porcentaje de asistencia a los servicios religiosos. Quizás el elemento más controvertido del panorama pentecostal es el así llamado «evangelio de la prosperidad» entendido como la fe en que Dios recompensa a aquellos que tienen fe suficiente con prosperidad material y salud física.” (Allen, 382). El informe de Pew Forum de 2006 citado afirma que ésta es la característica más definidora de todos los pentecostalismos.

 

  • Catholic losses. El crecimiento no se explica por las tendencias demográficas generales; gana miembros de las otras tradiciones religiosas, particularmente del catolicismo y, en especial, en América latina. En un trabajo del Celam de fines de los noventa se afirmaba que se perdían 8500 católicos por día. Una encuesta de Latinbarometro de 2005 informa que el 71 % de los latinoamericanos se consideraban a sí mismos romano-católicos en 2004, en 1995 eran 80%. De continuar esta tendencia se especula que solo el 50% lo será en 2025. (Allen, 386). En África representan el 12%, 107 millones; en 1975 cerca del 5%. Simplificando, “uno puede poner la frase de esta manera: en el Norte globalizado, los insatisfechos se secularizan, en el Sud, normalmente devienen pentecostales.” (Allen, 387). Una opinión interesante: esta conversión puede ser valorada como un “desarrollo positivo”, “para muchos puede ser el descubrimiento de la religión por primera vez”; “en un sentido práctico, no es una «pérdida» del catolicismo, porque la mayoría de esa gente nunca fueron católicos practicantes” (Moreira de Cunha) (Allen, 388). “Algunos datos sugieren que al menos en LA el crecimiento explosivo se ha enfriado.” (Allen, 387). Un intento de explicar este último fenómeno: el “carácter perfeccionista” de los pentecostales, pensando en su alta moral y demanda social, “is simply too much for some people.” (Allen, 388). Además, el crecimiento del movimiento carismático al interior del catolicismo puede frenar el paso al pentecostalismo.

 

  • Explicando el crecimiento. 14 causas; probablemente todas tengan algún mérito para explicar el fenómeno. 1) Influencia Norteamericana (dinero disponible). 2) Política norteamericana consciente (como apoyo a la difusión de un capitalismo de mercados libres). 3) Ausencia de cuidado pastoral (algo que el catolicismo ha hecho o no ha realizado explicaría el fenómeno). 4) Carencia de sacerdotes, unida a una visión pasiva del rol laical. 5) Una explicación liberal: la iglesia es demasiado jerárquica, lenta para adaptarse en sus enseñanzas y distante (sería un referéndum popular contra los defectos de la Iglesia católica). 6) Una explicación conservadora: culpando a la teología de la liberación (la coincidencia histórica de los dos sucesos, aproximándose a la política, ha dejado un vacío espiritual). 7) El déficit de «éctasis» de un catolicismo impregnado por las formas religiosas de la modernidad. 8) Salud. 9) Un vehículo para el empoderamiento de mujeres. 10) Mayor capacidad de inculturación debido a la flexibilidad doctrinal. 11) Una respuesta a la urbanización. (red social en un mundo nuevo de olvido y soledad). 12) Moralidad personal. (dando a la gente un sentido de moralidad personal y de capacidad de superación). 13) Ventajas económicas. (conciencia en la capacidad de cambiar sus vidas mediante un trabajo duro. 14) Competencia entre las diversas iglesias y ofertas religiosas, basadas en la libertad para abandonar una y fundar otra.

 

  • What it means. En una sociedad globalizada la diversificación religiosa es irreversible. El pentecostalismo aparece como la forma ideal de religión de un mundo globalizado: empodera a los individuos para obrar fuera de las instituciones, le provee un sentido de comunidad en un mundo atomizado y urbano, es perfectamente posmoderno privilegiando la experiencia sin sanciones doctrinales, no tiene una casta clerical que exija subordinación, estimula aptitudes de gobierno participativas, es portable en un mundo móvil. “Por al menos la próxima mitad de siglo, el “otro” cristiano más importante para la Iglesia católica será el pentecostali smo”. (Allen, 398). Esto influirá en los más diversos aspectos de la vida de la Iglesia.

 

 

  • Near-certain consequences: 1) Otro favor para los apologetas. 2) Ecumenismo horizontal. 3) Ecumenismo político (una alianza pragmática en determinadas cuestiones morales). 4) Empuje pastoral. 5) Atención pastoral para los que abandonan la Iglesia.

 

  • Probable Consequences. 1) Otro favor para la inculturación. Siendo una red global, su «localización» es intensa también. Exigirá también un desarrollo de la teología del Espíritu, con todas sus implicancias. 2) Un Comeback de los exorcismos. 3) Empoderamiento de mujeres católicas, ya que hay un implícito igualitarismo en los pentecostales, basado en parte en la creencia en la directa «revelación». 4) Un Comeback de comunidades de base. 5) El servicio de la música, “el portal de ingreso al movimiento”.

 

  • Possible Consequences. 1) La línea de falla del siglo XXI. Por más de 40 años, desde la clausura del Vaticano II la línea de falla ha sido entre conservadores y liberales (progresistas). Aunque la realidad es más compleja, todos saben que estos conceptos reflejan aspectos importantes en la manera de concebir diversos tópicos de la vida de la Iglesia. “Bajo la influencia del catolicismo evangelical esos debates devendrán, en el siglo XXI, de manera creciente, letra muerta, al menos en términos de la política oficial. La línea de falla más consecuente del futuro más probablemente correrá entre un catolicismo pentecostal y uno no-pentecostal.” (Allen, 410). No es una distinción que se corresponda con ideologías, hay de los dos en ambos lados. Tiene que ver con la oración, la liturgia, la interpretación de la Biblia, la relación entre institución y carisma, la actitud ante lo sobrenatural, etc. “El drama del próximo siglo dependerá en la medida en que el catolicismo se sienta compelido a elegir entre una opción pentecostal y una no pentecostal, o si puede crear una solución «ambas/y»”. (Allen, 410). 2) Presiones pro-israelíes, dado un sentimiento análogo en el mundo pentecostal, no percibido todavía en los movimientos carismáticos católicos.

 

  • Long-Shot Consequences. 1) ¿Perecerá la parroquia? “Por su naturaleza, el pentecostalismo subvierte el modo tradicional de organización eclesiástica, especialmente aquel basado en vínculos territoriales.” (Allen, 412). La movilidad geográfica y el modelo pentecostal pueden alentar formas de organización no territoriales (designación del personal, prelaturas personales, etc.). “En un sentido, este escenario es una aplicación específica de la cuestión más básica planteada antes, que es, cuán lejos irá el catolicismo en la dirección de una «pentecostalización»”. (Allen, 413).
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